Page 52 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
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El  doctor  Armitage,  al  asociar  lo  que  estaba


              leyendo con lo que había oído sobre Dunwich y sus


              presencias  ominosas,  así  como  sobre  Wilbur


              Whateley y su brumosa y siniestra fama, que iba



              desde  un  nacimiento  dudoso  hasta  un  probable


              matricidio,  sintió  una  oleada  de  espanto  tan


              tangible como un soplo del más pegajoso aire de la


              tumba.  Aquel  gigante  cabrío  inclinado  ante  él


              parecía el engendro de otro planeta o dimensión;


              como  algo  que  pertenece  sólo  en  parte  a  la


              humanidad  y  está  ligado  a  negros  abismos  de



              esencia  y  ser  que,  como  fantasmas  titánicos,  se


              hallan más allá de todas las esferas de la fuerza y la


              materia,  el  espacio  y  el  tiempo.  Un  momento


              después, Wilbur alzó la cabeza y empezó a hablar


              con  esa  voz  extraña  y  resonante,  que  insinuaba


              órganos fonadores distintos a los del resto de los


              mortales.




                     —Señor Armitage —dijo—, me parece que debo


              llevarme este libro a casa. Hay cosas que tengo que


              comprobar bajo ciertas condiciones de las que no



              dispongo aquí, y sería un pecado mortal que una


              traba  burocrática  me  lo  impidiera.  Permítame


              llevármelo, señor, y le juro que lo traeré intacto. No


              necesito aclararle que lo cuidaré mucho. No fui yo








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