Page 82 - El Horror De Dunwich - H P Lovecraft
P. 82

sugerir  un  paso  en  dos  direcciones,  como  si  la


              montaña movediza hubiese venido del barranco de


              Cold Spring y regresado a él por el mismo camino.


              En la base de la colina, una faja de diez metros de



              arbustos  y  matorrales  triturados  llevaba  hacia


              arriba, y los testigos quedaron con la boca abierta


              cuando  vieron  que  ni  siquiera  el  sitio  más


              escarpado desviaba la inexorable trayectoria. Fuera


              lo que fuese el horror, podía escalar un barranco de


              piedra  casi  absolutamente  vertical;  y  cuando  los


              expedicionarios  dieron  la  vuelta  a  la  colina  para



              llegar  a  la cúspide  por  rutas  más  seguras,  vieron


              que el rastro terminaba —o más bien, daba la vuelta


              allí.




                     Era  aquel  el  sitio  donde  los  Whateley  solían


              prender  sus  fogatas  y  entonar  sus  rituales


              infernales junto a la piedra en forma de mesa en la


              víspera del primero de mayo y de Todos los Santos.


              Ahora esa misma piedra era el centro de un espacio


              enorme  arrasado  por  el  horror  montañoso,


              mientras que sobre la superficie levemente cóncava



              se  veía  una  densa  y  fétida  masa  de  la  misma


              viscosidad  pegajosa  observada  en  el  suelo  de  la


              destrozada granja de los Whateley cuando el horror


              escapó.  Los  hombres  se  miraron  unos  a  otros  y








                                                            82
   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87