Page 198 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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gigantesca letra en forma de peine. Pero el resto de


              la página no era más que pequeñas letras negras


              sin adornos. Nell la paso y encontró dos páginas


              más de letras, aunque un par de ellas eran grandes


              con  imágenes  alrededor.  Volvió  otra  página  y


              encontró otra imagen. En ésta, la niña había dejado


              el  libro  a  un  lado  y  hablaba  con  un  gran  pájaro


              negro que aparentemente tenía atrapado un pie en


              la enredadera sobre su cabeza. Pasó otra página.





                 Las páginas que ya había pasado estaban bajo su


              pulgar  izquierdo.  Intentaban  liberarse,  como  si


              estuviesen vivas. Tuvo que apretar más y más para


              mantenerlas  allí.  Finalmente  se  doblaron  por  el


              medio  y  se  escaparon  de  debajo  de  su  pulgar,  y


              volvieron, una a una, al principio de la historia.





                 —Érase una vez —dijo una voz de mujer—, una


              niña pequeña llamada Elizabeth a la que le gustaba


              sentarse en un emparrado en el jardín de su abuelo


              y  leer  un  libro  de  cuentos...  —La  voz  era  suave,


              dirigida sólo a ella, con un fuerte acento Victoriano.





                 Nell cerró el libro de un golpe y lo alejó de ella.


              Se deslizó por el suelo y se paró cerca del sofá.





                 Al día siguiente, el novio de mamá, Tad, vino a


              casa de mal humor. Dejó con un golpe el paquete


                                                                                                          198
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