Page 296 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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piernas. ¡Es maravilloso! ¡Otra vez! ¡Vaya, un mo‐


              mento! ¡Ahora tengo la misma sensación, pero en


              la planta del pie derecho!





                 —La situación de los nanositos en los nervios es


              siempre un proceso aleatorio; nunca sabemos qué


              nanosito acabará dónde. Las sensaciones que


              experimenta ahora son una forma que tenemos de


              hacer, cómo diría, un inventario. Por supuesto, no


              sucede nada en su pierna o pie; todo sucede en la


              columna vertebral, y sentiría lo mismo incluso si le


              amputasen las piernas.





                 —Eso  sí  que  es  raro  —exclamó  PhyrePhox,


              abriendo  los  pálidos  ojos  verdes  sorprendido—.


              Así  que  incluso  podría,  digamos,  torturar  a


              alguien  que  no  tuviese  ni  brazos  m  piernas  —


              movió el ojo y la mejilla de un lado—. ¡Maldita sea!


              Siento como si alguien me hiciese cosquillas en la


              cara.  ¡Eh,  córtelo!  —Apareció  una  sonrisa  en  su


              rostro—. ¡Oh, no! ¡Se lo contaré todo! ¡Pero no me


              haga más cosquillas! ¡Por favor!





                 Chang  primero  se  sorprendió  y  luego  se  puso


              furioso ante el poco decoro del prisionero e hizo


              ademán de moverse hacia un soporte de bastones


              montado en una pared. El juez Fang detuvo a su


              asistente con una mano firme en el hombro; Chang


                                                                                                          296
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