Page 550 - Una orbita cerrada y compartida - Becky Chambers
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—Cualquier investigador secundario debe ir
acompañado por el investigador principal con
permiso para acceder a la exposición —explicó la
IA—. Si queréis solicitar un permiso propio, será un
placer…
—¡Argh! —gritó Pepper. Extendió la palma de la
mano a modo de disculpa hacia la IA—. Perdón, no
tú. No es culpa tuya. Es que… Ah, estrella; hostia,
joder. —Se alejó de la taquilla rechinando los dientes.
Azul fue tras ella.
—Vamos a intentar las tiendas otra vez.
Pepper negó con la cabeza.
—Daremos vueltas por toda esta ciudad del demonio
y no los encontraremos. —Caminó en círculos con las
manos sobre la cabeza rapada. Buscaron en las
tiendas en el muelle, en la lanzadera, en la clínica. No
había motivo alguno para que Sidra y Tak estuvieran
en el museo sin ella, pero ni siquiera podía entrar en
ese puto lugar.
—Eh —dijo Azul, cogiéndola del brazo—. Eh, no
pasa nada. Seguro que se han perdido o algo.
—Han pasado dos horas. —Dos horas, y no sabían
cuándo se marcharon del hotel Sidra y Tak. Dos
horas, lo que quería decir que ya se cernía la noche,
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