Page 1123 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
P. 1123
—Ésa es la voluntad de Dios. Sin embargo, si me
ofrecéis fieles servicios, podría llevaros conmigo y
garantizar vuestra seguridad.
Sí. Seguridad como una mujer española del siglo XVI.
Si existo. Mis padres no existirían, ¿no? No tengo ni idea.
Simplemente estoy convencida de que Luis juega con
fuerzas más allá de su imaginación, o de la mía, o de la de
cualquiera excepto la Guardia del Tiempo… como un
niño que juega en un campo nevado antes de la
avalancha…
¡La Guardia del Tiempo! Ese Everard del año pasado,
preguntando por el tío Steve, ¿por qué? Porque Stephen
Tamberly realmente no trabajaba para una fundación
científica. Trabajaba para la Guardia del Tiempo.
Su labor debía de incluir evitar desastres. Everard me
dio su tarjeta. Tenía un número de teléfono. ¿Dónde puse
ese trozo de papel? Esta noche el universo depende de él.
—Debería empezar descubriendo que pasó en Perú
desde que yo… me fui —dice Luis—. Después podré
planear cómo arreglarlo. Decídmelo.
Me estremezco. Me deshago de la sensación de vivir
una pesadilla. Piensa qué hacer.
1123

