Page 676 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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incitaban a cargar. Atacó inmediatamente. El caballo de
Tharasmund gritó, derribado y con el vientre abierto. El
jefe cayó con fuerza. El jabalí lo vio y saltó sobre él. Los
colmillos rasgaron el cuerpo entre monstruosos gruñidos.
La sangre saltaba por todas partes.
Aunque los hombres se apresuraron a matar a la
bestia, murmuraron algo de que bien podría haber sido
un demonio, o estar poseído… ¿un enviado de
Ermanarico o su intrigante consejero Sibicho? Fuese como
fuese, las heridas de Tharasmund eran demasiado
profundas para restañar. Apenas tuvo tiempo de levantar
la mano para agarrar las de sus hijos.
Las mujeres lloraron en el salón y las casas menores…
excepto Ulrica, que permaneció pétrea, y Erelieva, que
fue a llorar sola.
Mientras la primera lavaba y preparaba el cadáver,
como era su derecho de esposa, los amigos de la segunda
se la llevaron a otra parte. No mucho después la casaron
con un terrateniente, un viudo cuyos hijos necesitaban
una madrastra y que vivía bien lejos de Heorot. Aunque
sólo tenía diez años, su hijo Alawin hizo lo que debía
hacer un hombre y se quedó. Hathawulf, Solbern y
Swanhild le defendieron de la mayor parte del desprecio
de su madre, ganándose así el amor eterno de Alawin.
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