Page 787 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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las sombras, movía la cabeza.



                 —No lo está. Te comprendo, Heidhin. Un romano ha


           caído en nuestras manos y crees que deberíamos hacer lo

           que  hacían  los  guerreros  de  antaño,  dárselo  todo  a  los

           dioses. Cortar gargantas, romper armas, destruir carros,

           arrojarlo todo a un cenagal para que Tiw esté contento.



                 —Una gran ofrenda. Aceleraría la sangre de nuestros


           hombres.



                 —Así como enfurecería a los romanos.



                 Heidhin sonrió.



                 —Conozco  a  los  romanos  mejor  que  tú,  Edh.  —

           ¿Había hecho una mueca? Siguió hablando—: Es decir, he

           tratado con ellos y con los suyos, yo, un jefe guerrero. La


           diosa  te  dice  poco  de  esas  preocupaciones  cotidianas,

           ¿no?  Yo  digo  que  los  romanos  no  son  como  nosotros.

           Ellos son pensadores fríos…



                 —Por tanto los comprendes bien.



                 —Los  hombres  me  llaman  astuto  —dijo,  sin


           vergüenza—.  Por  tanto,  empleemos  mi  ingenio.  Yo  te

           digo que una matanza animará a las tribus y nos traerá

           nuevos  guerreros,  más  de  lo  que  producirá  deseos  de

           venganza.  —Fingió  gravedad—.  Además,  los  dioses

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