Page 785 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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levantada y gritó:
—¡Alto! —Luego, mirando con la luz de la luna—:
Oh, vos, mi señor. ¿Queréis dormir?
—No —dijo Heidhin—. La aurora está cerca y tengo
un caballo en el refugio para llevarme a casa. Primero
hablaré con la dama.
El guardia parecía inseguro.
—No la despertaréis, ¿no?
—No creo que duerma —dijo Heidhin. Indefenso, el
hombre le dejó pasar.
Llamó a la puerta de la torre. Una esclava se despertó
y la abrió. Al verlo, acercó una astilla de pino a la lámpara
de barro y la usó para encender una segunda, que él
cogió. Subió por la escalera hasta la habitación de lo alto.
Mientras esperaba —se conocían desde hacía mucho
tiempo— Edh se sentó en su taburete alto, mirando las
sombras producidas por su propia lámpara, Se agitaban
inmensas y malformadas por entre las vigas, los cofres,
pellejos y pieles, los artefactos de magia y las cosas que
había traído de sus viajes. Debido al frío, se mantenía
envuelta en la capa, con la capucha puesta; cuando lo
miro, él vio que tenía el rostro tenebroso.
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