Page 975 - La Patrulla Del Tiempo - Poul Anderson
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El fuego saltaba y chasqueaba en una cavidad en
medio de la casa de Heidhin. El humo no se elevaba bien
hacía las salidas, sino que se demoraba y volvía amargo
un aire que las llamas apenas calentaban. La luz roja
luchaba con la oscuridad entre los pilares y las vigas. Se
agitaba frente a los hombres de los bancos y de las
mujeres que les traían bebidas. La mayoría estaban
sentados en silencio. Aunque el hogar de Heidhin era tan
grandioso como muchos salones reales, normalmente
había conocido menos alegría que la choza de un colono.
Esa noche no la había. Fuera, el viento soplaba en una
oscuridad creciente.
—De ahí no puede venir nada más que traición —
contestó Heidhin.
Sentado a su lado, Burhmund movió lentamente la
cabeza. El fuego lanzó un reflejo de sangre sobre el blanco
de su ojo ciego.
—No lo sé —contestó—. Ese Everard es extraño. Sería
capaz de obtener algo.
—Lo mejor que él, o cualquiera, podría traer, es una
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