Page 389 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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—Lo sé, lo sé. La gente está loca. —Torció el gesto—.


          Y  hablando  de  locos:  cuanto  más  oigo  sobre  la

          situación toremi, menos me gusta.



          —No te gustaba desde el principio.



          —Ashby, escucha. Me encontré a la capitana de un


          remolque de alfiler que había estado transportando a


          diplomáticos allí. Los toremi son… extraños.


          —Son  una  especie  distinta.  Todos  somos  extraños


          para el resto. Tú me resultas extraña a veces.



          —No, me refiero a una extrañeza peligrosa. Extrañeza


          incomprensible. Me dijo que no podía entender cómo

          es que la CG había pensado siquiera en una alianza


          con  ellos.  Los  diplomáticos  se  llenaban  la  boca


          hablando  sobre  lo  complicada  que  era  la


          comunicación.  No  era  una  cuestión  de  lenguaje,  es

          que los toremi piensan diferente. Intentan que todos


          piensen las mismas cosas exactamente de la misma


          forma, lo cual ya es una locura de por sí, pero todo se

          va  a  la  mierda  si  no  consiguen  consenso.  Aquella


          capitana  me  contó  que  pocos  estándares  antes,


          cuando la CG por fin metió el pie en su puerta, unos


          cuantos toremi se destrozaron los unos a los otros, y

          me refiero a que se destrozaron literalmente, Ashby,


          durante  una  conferencia,  porque  no  se  ponían  de


          acuerdo sobre si los harmagianos eran sapientes o no.



          —Estoy seguro de que ya lo han solucionado a estas

          alturas.










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