Page 73 - El largo viaje a un pequeño planeta iracundo - Becky Chambers
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La tarea de llenarse el plato fue una batalla campal.
Cuencos y bandejas pasaban de un lado para otro sin
seguir un patrón claro. Cuando todos los cuencos de
servir estuvieron en la mesa de nuevo, el plato de
Rosemary estaba repleto de ensalada, una montaña
de una cosa morada machacada (raíces colmillo, las
llamó Doctor Chef), dos panecillos de cereales y uno
de los bichos de la costa roja. De las coyunturas de las
alargadas extremidades del bicho supuraba
mantequilla deshecha salpicada con tiras de hierbas.
Rosemary vio que había una pequeña brecha en la
cáscara, donde Doctor Chef había puesto
condimentos antes de pasarlos por la plancha. El
bicho era espantoso a la vista, pero desprendía un
aroma increíble, y Rosemary tenía hambre suficiente
para probar cualquier cosa. Tan solo había un
problema. No sabía cómo comérselo.
Sissix debió notar su indecisión, ya que la mujer
aandrisk cruzó su mirada con ella por encima de la
mesa. Alzó lentamente el cuchillo y el tenedor con sus
manos de cuatro dedos y empezó a retirar el cascarón
con habilidad; arrancó primero las patas, y después
abrió el vientre por las marcas. Rosemary imitó los
movimientos e intentó que su falta de experiencia no
resultara demasiado obvia. Apreció la sutileza de
Sissix, pero no podía pasar por alto lo irónico que era
que una aandrisk le enseñase a comer un plato
humano.
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