Page 664 - Limbo - Bernard Wolfe
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gargantas. Porque cuando la chaqueta estuvo
fuera, la camisa que había debajo quedó a la vista,
y no había mangas en ella... no eran necesarias.
Theo no tenía nada con lo que llenar esas mangas,
¡sus brazos habían desaparecido!
¡El primer Immob del mundo!
Pero no estaba solo. Los ayudantes avanzaron
hacia la tribuna, tomaron el entramado de madera
que sujetaba las banderolas y lo retiraron.
Otro eran estremecimiento convulsivo recorrió
toda la audiencia. Helder no estaba de pie tras la
engalanada mesa, como todo el mundo había
creído. ¡Estaba erguido en la mesa!
¡Sobre sus dos muñones!
¡El segundo vol‐amp del mundo!
—¡Esta es nuestra respuesta a las acusaciones
hechas contra nosotros! —gritó Helder, su voz al
borde de los sollozos ¡Esta es nuestra respuesta a
los hombres de poca fe de todo el mundo! ¡No
somos imperialistas! ¡Nos entregamos
completamente, absolutamente, eternamente, a la
paz! ¿Dónde está el hombre que quiera unirse a
nosotros?
Grandes lamentaciones por todo el estadio.
Sollozos, gemidos, gritos, mujeres
desvaneciéndose. Llanto, mucho retorcer de
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