Page 135 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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cuatro escalones que tiene mi porche, solo que al
llegar al tercero aparecieron seis más, así que me puse
a subirlos también y ahí que aparecen otros diez, y así
todo el rato. Lo más seguro es que todavía estuviera
subiéndolos si no me hubiese despertado aquella
criatura.
Estaba plantada junto a mi cama,
contemplándome fijamente. Parpadeé un par de
veces para quitarme las telarañas de los ojos y le
devolví la mirada, convencido de que aquello no era
más que una prolongación de mi sueño.
Mediría como metro ochenta de alto y tenía la piel
reluciente, de un plateado casi metálico, con los ojos
de un rojo brillante, facetados como los de un insecto.
Sus orejas puntiagudas, parecidas a las de un
murciélago, se movían independientes de la cabeza,
cada una a su aire. El aspecto de su boca, una
protuberancia de unos cinco centímetros, sugería una
pajita que no valiera más que para sorber líquidos.
Remataban unos bracitos estilizados, en los que no se
insinuaba ninguno de los músculos necesarios para
moverlos, unos dedos raquíticos y asombrosamente
alargados. Hacía años que no tenía una pesadilla tan
singular.
—Hola, papá —se decidió a hablar por fin, con
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