Page 139 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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cubierta de marcas y cojeaba cuando yo aún vivía
aquí.
—Solo es una mesa. Aguanta lo que le pongo
encima. No le pido más.
Contempló el techo.
—La pintura se está descascarillando.
—Me pesan demasiado los años como para
ponerle remedio por mi cuenta, y los pintores cuestan
dinero. Tengo que apañármelas con unos ingresos
fijos.
Se abstuvo de replicar a eso y cruzó el pasillo;
estaba toqueteando la manilla de la puerta cuando
llegué a su altura.
—Está cerrada con llave —dijo.
—A veces le da por levantarse y salir a dar un
paseo, y después ya no sabe volver. —Fruncí los
labios—. Supongo que todavía aguantará aquí unos
meses, pero tarde o temprano la tendré que ingresar
en algún centro especializado.
Musité la contraseña y la puerta se abrió.
Julia estaba reclinada en las almohadas, con la
mirada fija en el holovisor apagado de la pared de
enfrente, ajena al mechón de canas que se había
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