Page 145 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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No obtuve respuesta, pero se acercó y agarró otra


           cerveza. Saltaba a la vista que su boca y el recipiente


           no iban a hacer buenas migas, de modo que me quedé


           mirando, esperando que me pidiera un vaso, o a lo



           mejor un tazón. Sabía que lo estaba observando, pero


           no se dio por aludido. Algo —a medio camino entre


           una  lengua  y  una  pajita—  salió  deslizándose  de  su


           boca;  cuando  medía  ya  varios  centímetros  de


           longitud, lo insertó en lo alto del recipiente. Comenzó


           a  tragar  escasos  segundos  después,  y  supe  que  de


           algún modo estaba consiguiendo llevarse la cerveza a



           la boca.




                  Posó el recipiente y clavó la mirada en un viejo


           banderín que yo había colgado en la pared cuando él


           no era más que un mocoso.




                  —Todavía eres hincha de los Pythons —comentó.




                  —Siempre.




                  —¿Cómo  les  va?  —Hubo  un  tiempo  en  el  que


           realmente le hubiera importado saberlo, pero de eso


           hacía ya muchos años.




                  —Llevan  sin  un  quarterback  decente  desde  que


           Jesucristo hizo la mili —respondí.




                  —Pero sigues apoyándolos.






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