Page 150 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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—¡Le partiste el corazón! —me encrespé.




                  —En tal caso, lo lamento en el alma.




                  —Se  pasó  años  preguntándose  por  qué,  cuando


           todavía  era  capaz  de  preguntarse  las  cosas  —


           proseguí—.  Igual  que  yo.  ¡Tenías  un  futuro  tan


           prometedor,  maldita  sea,  tantas  oportunidades!


           ¡Podrías  haber  sido  lo  que  te  propusieras!  ¡Podrías



           haber tocado las nubes!



                  —Soy lo que quería —replicó plácidamente—. Y



           he tocado las estrellas.




                  —¡Maldita sea, Philip! —exclamé, incumpliendo


           la  promesa  de  no  volver  a  referirme  a  él  por  su


           nombre humano—. Podrías pasarte aquí toda la vida


           y no alcanzarías a ver ni una milésima parte de todo


           cuanto tiene que ofrecer la Tierra.




                  —Eso  es  cierto.  Pero  no  sería  el  primero  en


           descubrirlas. —Hizo una pausa y giró las palmas de


           las manos hacia arriba, en un gesto completamente


           humano—. Quería ver cosas que nadie más hubiera



           visto nunca.




                  —Ignoro  qué  hay  ahí  arriba  —dije—,  pero  ¿tan


           distinto  es?  ¿Por  qué  te  resultan  tan  aburridas


           nuestras  montañas,  nuestros  desiertos  y  nuestros


           ríos?


                                                                                                               150
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