Page 204 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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prevendría  el  debilitamiento  de  nuestro  rencor,  un


           paso necesario que era la antesala del perdón. Pensé


           de nuevo en lo que había dicho Erica Meyers acerca


           de  Remem  y  su  incapacidad  para  perjudicar  los



           matrimonios  realmente  sólidos.  Esa  aseveración


           llevaba  implícito  un  juicio  de  valor  sobre  lo  que  se


           consideraba  que  era  un  matrimonio  sólido.  Si  la


           relación de alguien se sustentaba




                  —por irónico que parezca— en la piedra angular


           del olvido, ¿qué derecho tenía Whetstone a socavar


           esos cimientos?




                  Tampoco era un problema que se circunscribiera


           al  ámbito  del  matrimonio;  todo  tipo  de  relaciones


           dependen  del  binomio  perdonar  y  olvidar.  Mi  hija,



           Nicole, siempre ha sido muy testaruda; cabezota de


           pequeña,  directamente  rebelde  en  la  adolescencia.


           Habíamos  tenido  mil  y  una  discusiones  subidas  de


           tono  en  sus  años  mozos,  discusiones  que  en  su


           mayoría hemos sido capaces de dejar atrás, y en estos


           momentos nuestra relación es inmejorable. Si hubiera


           existido  Remem  entonces,  quien  sabe  si  ahora


           seguiríamos dirigiéndonos la palabra.




                  No  insinúo  que  olvidar  sea  la  única  manera  de


           reparar  una  relación.  Aunque  ya  no  recuerde  la


           mayoría  de  las  peleas  que  tuvimos  Nicole  y  yo  —




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