Page 64 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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humedad». Llevaba cuarenta y ocho horas sin dormir.


           Estaba tan nerviosa que me había traído seis Lauras,


           no  fuera  a  ser  que  cinco  de  ellas  se  pusieran  de


           acuerdo y decidieran estropearse. Entonces Brad se



           giró hacia mí y me susurró:




                  —¿Para  qué  crees  que  sirven  los  medidores  de


           humedad?




                  No conocía muy bien a Brad, pues llevaba menos


           de un año en Juguetes Atípicos. Había hablado un par


           de veces con él, pero todo había sido estrictamente


           profesional. Parecía un tipo muy serio y motivado, de


           los que te imaginas que montan su primera empresa


           mientras todavía están en el instituto; compraventa


           de apuntes, tal vez. No sabía muy bien por qué me



           preguntaba sobre medidores de humedad. ¿Intentaba


           ver si estaba demasiado nerviosa?




                  —No sé. ¿Quizás para cocinar? —aventuré.




                  —Puede  —dijo  él—  y  me  hizo  un  guiño


           cómplice—. Pero creo que el nombre suena un poco


           cochino.




                  Fue algo tan imprevisto, viniendo de él, que por


           un  momento  llegué  a  pensar  que  lo  decía  en  serio.


           Entonces  sonrió  y  yo  solté  una  carcajada.  Me  costó


           muchísimo aguantarme la risa mientras esperábamos




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