Page 249 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Sí, todo eso había despertado algún tipo de afinidad
especial, sin duda alguna.
Al mismo tiempo, ahora que sabía que había un
vehículo en las cercanías, se sintió invadido por un
desasosiego extraño, una suerte de urgencia. Pensó
en decirle a Allen que cogieran el coche y se
marchasen de allí, que podían escapar y dejar que
las cosas, sencillamente, siguieran su curso. La idea
centelleó con luz propia en su cabeza por unos
instantes, brillante como la Estrella Guía en mitad
de una noche clara, hasta que se recordó que, si lo
que había aprendido cuando estuvo…
¿inconsciente, muerto?, era verdad, escapar a otro
sitio no era ninguna solución.
Joe miró hacia el suelo, confuso.
—Lléveme primero a un lugar —le dijo—. He de
hacer algo. Lléveme en el coche y luego podrá irse
donde quiera, lejos, a la ciudad o a otro país.
Allen pareció pensar por unos instantes.
—Claro que sí. Lo llevaré… Pero ¿qué es lo que
tiene que hacer?
—Es… algo complicado de explicar.
—¿Más complicado que lo hemos hablado ya?
—Sí…
Allen asintió.
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