Page 248 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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aparecen… cosas… que aplastan tu coche como una
lata de cerveza.
—Y ha decidido marcharse.
—Me voy, sí —contestó Allen—. Tengo las maletas
hechas en casa. No sé dónde iré, pero eso da igual.
Solo quiero llegar a la ciudad donde los peligros son
reales, cosas como un yonqui borracho que quiere
tu reloj y está dispuesto a arrancártelo de tus manos
muertas si se empeña. Ese tipo de cosas puedo
digerirlas. Esto, no.
Joe asintió otra vez. Poco a poco, en el transcurso de
la conversación, había empezado a ver a aquel tipo
con otros ojos, aunque fuera de una manera
inconsciente. Como él mismo, aquel era un hombre
que solo quería salir de allí, escapar, huir de los
chillidos, los torbellinos negros y las anomalías
sobrenaturales. Sobre todo, era alguien (la única
persona que conocía) que había visto las mismas
cosas extrañas que él había vivido, y eso era
importante de alguna manera. A pesar de todo lo
vivido y de su experiencia reciente, era una manera
de poner los pies en el suelo, una forma de que su
cerebro aceptase que todo aquello estaba pasando,
que no eran ensoñaciones ni alucinaciones
esquizofrénicas.
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