Page 297 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Joe miró donde Allen señalaba con su haz, y aunque
todavía tardó unos segundos en reparar en ello,
cuando se dio cuenta de lo que su vecino quería
mostrarle dejó escapar una exclamación de
sorpresa.
Era una cuerda. Una cuerda sujeta a la pared con
ganchos de escalada.
—Joder —dijo Joe—. ¡Lo veo! Tiene que ser por ahí.
—Sí.
—¿Sabes…? Creo que esas cuerdas las instaló el
equipo de espeleología que estuvo aquí en último
lugar.
—Es posible. Esos ganchos parecen… modernos.
Joe se adelantó y escudriñó el túnel. Era angosto de
veras y descendía retorciéndose hacia un abismo
profundo.
—¿Aguantará la cuerda? —preguntó Allen.
—Bueno, ya lo veremos —soltó Joe, tirando
brevemente de la cuerda para probar su resistencia.
Era gruesa y trenzada, y si realmente llevaba allí
sesenta años, parecía encontrarse todavía en
perfecto estado. Joe hizo girar el cinto de la pistola
de forma que esta quedara a su espalda, se puso la
linterna entre los dientes, cogió la cuerda con ambas
manos y empezó a descender.
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