Page 107 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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una nave? Me levanté, di algunos pasos hacia donde estaba
aquella manchita, y me detuve. Al volver la cabeza vi que las
rocas de la tumba de Jerry ya estaban cubiertas con una fina
capa de nieve. Me encogí de hombros y me dirigí a la cueva.
—Probablemente era sólo un pájaro.
Zammis estaba sentado en su colchón, haciendo agujeros
en unos trozos de piel de serpiente con una aguja de hueso.
Me tendí en mi camastro, y contemplé el humo que subía en
espiral hacia la grieta del techo. ¿Había sido un pájaro? ¿O
una nave? Maldita sea, no lograba quitármelo de la cabeza.
Huir del planeta había estado fuera de mis pensamiento,
enterrado, oculto durante todo aquel verano. Pero aquel
problema se planteaba de nuevo en mí. Andar por una tierra
donde brillara el sol, vestir otra vez ropa, sentir lo que era
una calefacción central, comer alimentos preparados por un
chef, volver a estar entre… personas.
Me puse de costado y miré fijamente la pared que había
junto a mi lecho. Personas, seres humanos. Cerré los ojos y
tragué saliva. Chicas humanas. Hembras. Las imágenes
flotaron ante mis ojos: caras, cuerpos, parejas que reían, el
baile después de la instrucción… ¿Cómo se llamaba?
¿Dolora? ¿Dora? Agité la cabeza, me di la vuelta y me senté
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