Page 141 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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—No sé si hay salida, Gully —Jisbella estaba
estremeciéndose de frío—. Tal vez esto sea un corredor sin
salida, tapiado del resto del hospital.
—Tiene que haber una salida.
—No sé si la encontraremos.
—Tenemos que encontrarla. Vamos, muchacha.
Caminaron vacilantes en la oscuridad. Foyle se sacó las
inútiles anteojeras de los ojos. Tropezaban contra bordes,
ángulos, techos bajos; se caían por pendientes y escalones.
Escalaron una lisa pared hasta un trecho llano, y luego el
suelo desapareció bajo sus plantas. Cayeron pesadamente
a un suelo cristalino. Foyle lo tocó y lo gustó con la lengua.
—Hielo —murmuró—. Buen signo. Estamos en una
caverna helada, Jiz. Un glaciar subterráneo.
Se alzaron temblorosos, con las piernas vacilantes y
caminaron a lo largo del hielo que se había estado
formando en el abismo de la Gouffre Martel durante
milenios. Subieron a un bosque dé árboles pétreos que eran
estalagmitas y estalactitas que surgían del suelo y del techo.
Las vibraciones de cada paso soltaban las grandes
estalactitas; tremendas lanzas de piedra que se
desplomaban de lo alto. Al borde del bosque, Foyle se
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