Page 159 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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La planta baja de la fábrica contenía el zoo de curiosidades
anatómicas de Baker, monstruos y seres naturalmente
anómalos comprados y/o secuestrados. Baker estaba
apasionadamente enamorado de esas criaturas y pasaba
largas horas con ellas, emborrachándose con el espectáculo
de su deformidad tal como otros hombres se saturan con la
belleza del arte. El piso medio de la edificación contenía
alcobas para los pacientes post—operados, laboratorios,
habitaciones para el personal y cocinas. El piso alto
contenía los quirófanos.
En uno de estos, una pequeña sala utilizada normalmente,
para experimentos retínales, Baker estaba trabajando en el
rostro de Foyle. Bajo una potente batería de lámparas, se
inclinaba sobre la mesa de operaciones trabajando
meticulosamente con un pequeño martillito de acero y una
aguja de platino. Iba siguiendo la trama del antiguo tatuaje
en el rostro de Foyle, buscando cada diminuta cicatriz de la
piel y clavando la aguja en ella. La cabeza de Foyle estaba
aferrada por una abrazadera, pero su cuerpo estaba suelto.
Sus músculos se estremecían a cada golpe del martillo, pero
no se movía. Se aferraba a los lados de la mesa.
—Control —decía entre dientes—. Querías que aprendiese
a controlarme, Jiz. Estoy practicando —se estremeció.
—No se mueva —le ordenó Baker.
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