Page 195 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
P. 195

decorados.  Y  supo  que  su  propio  rostro  debía  estar

           llameando  rojo  y  blanco,  porque  vio  cómo  Jáseph  se

           asustaba y vio cómo la boca diabólica formaba las sílabas:

           Nomad.



           Foyle  atravesó  la  multitud,  apartándola  brutalmente.


           Golpeó a Jáseph con el dorso de su mano acorazada. Buscó

           por los pasadizos habitados, reconociéndolos vagamente, y

           llegó  al  fin  a  la  cámara,  medio  caverna  natural  medio


           antiguo casco, en la que se almacenaban las herramientas.



           Buscó  y  acaparó,  reuniendo  barrenadoras,  puntas  de

           diamante,  ácidos,  bombas  de  termita,  explosivo  plástico,

           detonadores. En la ligera gravedad del asteroide todo el

           peso de aquel equipo se reducía a menos de medio centenar


           de kilos. Hizo con todo ello una masa, la ató burdamente

           con un cable y salió de la caverna almacén.



           Jáseph y su Pueblo Científico lo estaban esperando, como

           pulgas que esperasen a un lobo. Se lanzaron sobre él y él

           atravesó  por  entre  ellos,  apresurado,  feliz,  salvaje.  La


           armadura de su traje espacial lo protegía de sus ataques, y

           corrió por los pasadizos buscando una compuerta que lo

           llevase al vacío.













                                                                                              Página 195 de 459
   190   191   192   193   194   195   196   197   198   199   200