Page 291 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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—John, ¿su nave está lista para partir? —me preguntó.

                Yo no sabía cuál era su propósito al preguntar eso. Tuve

         una sensación rara. Pero le respondí, diciéndole:

                —Sí, señor. O lo estará dentro de una hora más o menos.


                No dijo nada. Se limitó a sonreírme. Rompió el sello que

         custodiaba aquella válvula.

                Puso su mano en ella y se apoyó con todo su peso.

                La válvula se hundió.


                Arrodillado todavía, me miró. Luego a Altaira.

                —Dentro de veinticuatro horas —dijo—, no habrá más

         planeta  Altair  4…  John,  antes  de  ese  término,  debe  estar


         usted a diez billones de millas lejos de aquí, en el espacio…

                Comenzó a ponerse de pie… se tambaleó y cayó.

                Altaira  cayó  a  su  lado,  levantándole  la  cabeza  y


         apoyándosela en su falda.

                —¡Padre… Padre!… —exclamó, y luego calló.

                Creí que había muerto, pero sus ojos volvieron a abrirse

         y miró a su hija.


                Susurró:

                —Estoy contento de que sea así, Alta… Que seas feliz,

         querida. Sé feliz en la Tierra… y olvida las estrellas…

                POSDATA




                Extractos  de  “Este  Tercer  Milenio  —Texto  abreviado

         para  estudiantes”,  por  A.  G.  Yakimara,  tomados  de  la





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