Page 270 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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                                               EN EL TIEMPO




                  Llegamos  a  una  cámara  de  unas  diez  pies


                  cuadrados;  era  poco  más  que  una  caja  de

                  metal  atornillada  al  casco  interior  del


                  Juggernaut.  Una  sola  bombilla  eléctrica


                  brillaba  en  el  techo,  y  las  paredes  estaban


                  recubiertas de piel acolchada, aliviando así la

                  monotonía  del  fuerte  y  eliminando  el  ruido


                  de  los  motores,  aunque  se  sentía  una


                  vibración más profunda en la estructura del

                  artefacto.  Había  seis  sillas:  rectas  y


                  atornilladas  al  suelo,  enfrentadas  unas  con


                  las  otras  y  con  cinturones  de  cuero.  Había


                  también un armario bajo.

                  Filby nos invitó a sentarnos y buscó algo en


                  el armario.


                  —Deben  ponerse  los  cinturones  —dijo—.

                  Este asunto del viaje en el tiempo es bastante


                  vertiginoso.


                  Moses  y  yo  nos  sentamos  el  uno  frente  al


                  otro.  Me  puse  los  cinturones;  Nebogipfel

                  tuvo  algunos  problemas  con  las  hebillas,  y







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