Page 470 - Hijos del dios binario - David B Gil
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peligrosamente el abismo; aun así, conservaba una
luz propia que impedía contemplarla como una
víctima.
Alicia continuó caminando con paso firme
hasta desaparecer tras el pequeño edificio que
alojaba la cafetería. La luz de la zona de
estacionamiento apenas llegaba allí atrás. Pasó de
largo la puerta de los aseos y siguió hacia el área de
descanso. No había pedido parar allí por
casualidad, sabía bien que las estaciones de aquella
empresa aún disponían de terminales públicos
junto a las cafeterías. Rezó por que aquella no fuera
la excepción.
Cuando distinguió el contorno ovalado de la
cabina instalada en la pared exterior, el corazón
comenzó a palpitarle con fuerza. Sin mirar atrás, se
agazapó junto al terminal y aguardó a que la
pantalla se iluminara. Al instante el sistema
operativo le preguntó si quería hacer alguna
transacción bancaria, avisar a los sevicios de
emergencia, consultar sus redes o iniciar una
conversación. Aproximó una tarjeta de Selfbank al
lector y tecleó la llamada en el panel táctil.
Mientras esperaba, apretó el auricular contra la
oreja, la impaciencia erizándole los vellos de la
nuca. El rumor del oleaje sonaba cacofónico al otro
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