Page 595 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Uno permanecía vacío, en el otro se sentaba
Clarice, inclinada hacia delante con los codos
apoyados en las rodillas mientras parecía limpiar
algo entre sus manos. Alicia tardó un instante en
comprender que eran las piezas de una pistola
desmontada.
—¿Le molesta si me siento aquí? Llevo dos
horas desvelada y comienzo a aburrirme ahí atrás.
La comandante del vuelo levantó la vista y, sin
inmutar el gesto, continuó con su labor. Tardó un
instante demasiado largo en responder.
—Siéntese. Pero procure no tocar nada.
No era tan mal comienzo, pensó Alicia, que
había temido ser expulsada de allí como los
mercaderes del templo. Giró el asiento libre y se
acomodó, con cuidado de no rozar ningún
instrumental de vuelo. Observó durante un rato
cómo la joven, con proceder metódico, utilizaba un
cepillo para limpiar y lubricar algunas de las
piezas.
— Dicen que un buen mantenimiento es muy
importante —dijo para romper el hielo.
Clarice asintió con la cabeza.
—¿Entiende del cuidado de armas, señora
Lagos? —preguntó, mientras utilizaba una
pequeña linterna para comprobar si quedaban
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