Page 594 - Hijos del dios binario - David B Gil
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sueño a 43.000 pies de altura.
Abrió los ojos, harta de pelearse con el
duermevela, y miró por la ventanilla. Atravesaban
un banco de nubes grises que empapaba el fuselaje
con diminutas gotas de destellos metálicos.
Ocasionales sacudidas anunciaban turbulencias,
pero aquello no parecía inquietar a Daniel, que
dormía plácidamente frente a ella, recostado en un
amplio butacón atornillado al suelo.
Alicia echó a un lado las mantas con que se
había cubierto y miró a su alrededor. No le apetecía
permanecer a solas, ya sabía los derroteros que
tomarían sus pensamientos, pero su compañero de
viaje no parecía tener la menor intención de
despertarse. Fue hasta el mueble bar y se sirvió un
whisky en un vaso de plástico. Tras un par de
tragos dirigió la vista, dubitativa, hacia el pasillo
que conducía a la zona de la tripulación. Sopesó la
idea un buen rato; finalmente se decidió a cruzar el
corredor y llamar a la cabina del piloto. Golpeó tres
veces con los nudillos y entreabrió la puerta sin
esperar una respuesta.
El interior se encontraba casi a oscuras, tan solo
se apreciaba la luz azulada que identificaba la
ubicación de los controles y los datos de vuelo
proyectados frente a los dos puestos de mando.
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