Page 617 - Hijos del dios binario - David B Gil
P. 617

Capítulo 18


            La bala en la recámara









                  La  diferencia  de  presión  provocada  por  el


           descenso sacó a Alicia de aquel sueño ingrato en el


           que  se  había  sumido.  El  aire  acondicionado  le


           arañaba  la  garganta,  le  dolían  los  oídos  por  la


           descompresión y sentía la cabeza embotada por el


           sueño  a  deshora.  Trató  de  estirarse,  pero  una


           punzada  en  el  cuello  y  un  súbito  mareo  la



           disuadieron  de  seguir  por  ese  camino.  Solo


           entonces  reparó  en  que  Daniel  continuaba


           profundamente dormido frente a ella, recostado en


           su  asiento  como  si  descansara  sobre  un  lecho  de


           hierbas en una plácida noche de verano.


                  Pasó el dedo sobre su pulsera y esta se iluminó


           para  indicarle  que,  según  el  geolocalizador,  en


           aquel meridiano eran las 3:42 de la madrugada. El


           reloj  de  su  organismo,  no  obstante,  continuaba



           marcando  las  nueve  menos  cuarto  de  la  Europa


           continental, lo que explicaba que se sintiera como si


           se hubiera despertado de una larga siesta. Volvió a


           reunir valor para ponerse en pie. Sus músculos se


           contrajeron acalambrados, pero ignoró el dolor, se


           echó la manta sobre los hombros y caminó hasta el




                                                                                                            617
   612   613   614   615   616   617   618   619   620   621   622