Page 26 - EL CORAZON DE LA REVOLUCION
P. 26

Sorprendido y emocionado, Tutmosis llama a José al
Palacio.

    En el encuentro, el Faraón fue haciendo varias
preguntas:

    –Dime, José, ¿sabías que tus hermanos iban a venderte
como esclavo?

    –No. No lo sabía. Nadie puede adivinar sobre su
propia vida.

    –Pero si lo hubieras presentido, habrías tomado alguna
precaución para protegerte.

    –No, apreciado Faraón. Yo amé a mis hermanos y los
sigo amando, ya los he perdonado. Y cuando se ama, no
se duda. No hay desconfianza y nunca se habría cruzado
por mi mente pensar mal de ellos.

    –Tienes razón, cuando se ama no se duda. Pero pudiste
haber tenido alguna visión…

    –Sí, pero siempre alimentada con buenos sentimientos
y con fe.

    El Faraón hizo servir unas copas de cerveza y continuó
preguntando.

    –¿Has tenido alguna visión sobre mi persona o sobre
algún Destino que vendrá del extranjero? –bromeó.

    José no sonrió. Al contrario, quedó muy serio y pidió
permiso para sentarse. Bajó la cabeza, sus manos
comenzaron a temblar y todo su cuerpo entró en estado
de trance.

    Permaneció callado por un momento y de pronto
empezó a balbucear palabras difíciles de entender. El
Faraón llamó a un escriba que conocía las lenguas
semíticas que hablaban las tribus de los Abrahamitas y

                                     24
   21   22   23   24   25   26   27   28   29   30   31