Page 46 - Primera Guerra Formica 02 - La Tierra En Llamas - Orson Scott Card
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La Tierra en llamas                                                                  Orson Scott Card ‐ Aaron Johnston



                   —Aunque  sea  así  —dijo  Meilin—,  seríamos

            estúpidos si no nos preparáramos para lo peor.



                   —Tienes razón —coincidió Bingwen.



                   Ella asintió y pareció aún más insegura que antes.



                   —Buena suerte. Ponte a salvo.




                   La vieron subir por la escalera y esperaron a que

            estuviera dentro de su casa antes de echar a correr de

            nuevo.  Permanecieron  en  los  campos,  cruzando  los


            estrechos puentes de tierra que cruzaban los campos

            en horizontal y vertical, creando un enorme tejido de


            arrozales irrigados. Cuando casi habían llegado a su

            propia aldea, el primer niño apareció tras ellos, varios

            arrozales por detrás. Entonces a su derecha surgió otro


            niño  a  varios  arrozales  de  distancia,  corriendo  a  su

            misma velocidad. Un tercer niño a la izquierda se hizo

            visible a continuación, y los miraba mientras igualaba


            su ritmo.



                   —Nos están acorralando —dijo Hopper.



                   —Encajonando, más bien —replicó Bingwen.



                   En efecto, los niños que los rodeaban empezaron a


            acercarse.








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