Page 47 - iIndependencia 1849-1856.
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La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia 47
le quedaban de su antiguo imperio, Cuba y Puerto Rico. El pro-
blema de la esclavitud, o mejor dicho de la ausencia de ella en
Santo Domingo y Haití, era también una espina en el zapato de
los grandes empresarios azucareros que sacaban pingües benefi-
cios en sus centrales con trabajo de los negros esclavos.
Había, pues, mucha diversidad y contraposición de intereses
entre las cuatro naciones que se interesaban en la República
Dominicana. Las tres potencias europeas temían al expansio-
nismo estadounidense, pero al mismo tiempo se celaban unas a
otras. Ninguna quería que las otras triunfaran y sacaran beneficios
de la débil nación que acababa de establecerse en la antigua isla
Española. Todas entendían que Haití no debía recuperar lo que
había perdido en 1844. Se aliaron con los dominicanos contra
Haití por las diversas razones expuestas arriba, pero además, una
nación libre compuesta mayoritariamente de negros y mulatos,
todos antiguos esclavos, era un anatema para España y Estados
Unidos, donde la esclavitud florecía y era la base de su economía.
En Francia hubo, como se recuerda, la abolición de la esclavitud
a raíz de la revolución del 1789, pero Napoleón la restableció y en
ese país solo se abolió, definitivamente, en el año 1848.
Haití, por supuesto, la que mayor perjuicio sufriría con la con-
solidación de la independencia dominicana, haría todo lo posible
para recuperar las provincias del Este y conservar la hegemonía
sobre toda la isla.
Vemos así cómo en sus primeros años de vida independiente,
la República Dominicana era de interés para las grandes poten-
cias y se interesaron vivamente en los acontecimientos que se
sucedían, tanto internamente, como en sus reacciones frente a
Haití.

