Page 60 - iIndependencia 1849-1856.
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60	 Wenceslao Vega B.

            antes que agotarlas, antes que comprometer nuestro porvenir en
            la lucha fratricida. El ejército que me acompaña no es un ejercito
            enemigo, es un apoyo, es un socorro para los verdaderos haitianos
            del Este, con los cuales viene solo s fraternizar. Nuestros enemigos
            son aquellos que permanezcan sordos a mi llamada y que traten
            de oponerse a nuestra reconciliación, armando contra vosotros,
            contra vuestros hermanos. Si hay alguno de ellos entre vosotros,
            ellos conspiran contra la libertad y la nacionalidad del pueblo
            haitiano. ¿No veis entonces que ellos os traicionan y que es tiempo
            de juzgarlos? ¡Viva la Constitución, Viva la Libertad, Viva la
            Igualdad, Viva la Unión, Viva la Indivisibilidad del Territorio.12

    Pero ninguna de las exhortaciones dio resultado. Respecto a
la lucha contra Haití, había absoluta unanimidad entre los do-
minicanos, no importaba cuál fuese su color, condición social o
preferencia política. Las promesas y las amenazas, no produjeron
ningún efecto.

    A la postre, como veremos, todas las campañas bélicas de los
haitianos fracasaron. En 1859, Soulouque empezó a organizar
otra invasión al territorio dominicano, pero sus propios genera-
les, cansados de su despotismo y constantes derrotas militares, lo
derrocaron en enero de 1860. El gobierno que lo sustituyó, pre-
sidido por el general Geffrard, desistió de esa nueva incursión, y
desde entonces los problemas externos dominicanos dejaron de
provenir de su frontera, sino que surgieron de otras latitudes.

    No creemos pertinente hacer un largo recuento aquí de las
vicisitudes de la guerra, que abarcan varias campañas haitianas
que incursionaron en el territorio dominicano, como dijimos,
con triunfos iniciales, pero derrotas al final. Los informes, par-
tes de guerra, órdenes del día, proclamas y alocuciones, de esas
campañas han sido ampliamente documentados y comentados
por los historiadores. Demuestran, del lado dominicano, un con-
tinuado esfuerzo de las autoridades para encender el patriotismo

12	 E. Rodríguez Demorizi, Guerra domínico-haitiana, pp. 405-406.
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