Page 57 - iIndependencia 1849-1856.
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La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia 57
unidad nacional, entonces habrá sonado la última hora de los
insurgentes.8
Los dominicanos que se habían comprometido con su inde-
pendencia eran la mayoría, y sufrirían enormemente en vida y
bienes si esa independencia se perdía frente a los antiguos opre-
sores. Así lo vemos en las proclamas que hacían los gobernantes
dominicanos cada vez que se presentaba una incursión militar
haitiana. En 1845, el presidente general Santana, le decía al
pueblo:
Al Pueblo y al Ejército. Dominicanos: La voz que os llama
a defender vuestros comunes intereses, ha resonado ya. Jurasteis
tener Patria y Libertad o sepultaros en vuestras propias ruinas,
dejando al mundo el testimonio de un pueblo que se sacrifica por la
defensa de sus derechos, y con los auxilios de la Providencia, se ope-
raron prodigios de valor. Comprendisteis entonces que la Patria no
es otra cosa que vuestras familias, vuestras propiedades, vuestras
vidas y vuestra religión; y visteis que todo a la vez iba a desapa-
recer de entre vosotros, si con la firmeza que inspira el patriotismo
no os decidíais a sostener vuestros imprescriptibles derechos. Lejos
de provocar nosotros el azote de la guerra, nada hemos omitido de
cuanto pudiere convencer al Gobierno Haitiano, de que nuestras
intenciones, no eran aniquilarlos, sino sostener a todo trance la
independencia de nuestro territorio; y el mundo entero será testigo
de que una sola gota de sangre no se ha derramado por espíritu
de venganza, habiéndonos siempre limitados a usar del natural
derecho de la defensa.9
Al reiniciarse las hostilidades en 1855, Santana dirigió esta
proclama al pueblo:
8 E. Rodríguez Demorizi, Guerra domínico-haitiana, p. 413.
9 Ibídem, pp. 181-182.

