Page 89 - iIndependencia 1849-1856.
P. 89
La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia 89
iniciales del siglo xix. A partir de 1840 hubo mayor estabilidad
bajo el reinado de Isabel II, pero los gobiernos fueron centra-
listas y reaccionarios en los que el poder se lo disputaron los
grupos políticos dirigidos por los generales Espartero, Narváez
y O’Donnell. El temor de perder sus dos restantes colonias en
América, Cuba y Puerto Rico, le hizo interesarse en la situación
de Santo Domingo. Temía el expansionismo de las otras poten-
cias involucradas. Pero España no contaba ni con una marina ni
con influencia política suficiente para ser de mucho peso en las
cuestiones de Santo Domingo.
Estados Unidos estaba en su mayor explosión expansionista.
En 1848 ganó la guerra contra México, en la cual le despojó de los
vastos territorios de Texas, Arizona, California y Nuevo México.
Hacía poco tiempo le había comprado la Florida a España y tenía
sus ojos puestos en Cuba. Como vimos, se interesaba en convertir
el mar Caribe en una zona de influencia suya, y lo que sucedía
en la isla de Santo Domingo le era de mucho interés. Ya pensa-
ba en que el mar Caribe sería su mare nostrum. Los políticos del
momento se disputaban las posiciones esclavistas o antiesclavistas
con gran intensidad y eso en pocos años la llevaría a la división en
dos Estados, La Unión y la Confederación, y a una cruenta guerra
civil que culminó con el triunfo de los unionistas y la abolición de
la esclavitud.
Ese es el telón de fondo de lo que ocurrió entre 1848 y 1852,
período en el que los dominicanos trataban de consolidar su inde-
pendencia lograda en 1844. Se sucedían las invasiones haitianas a
la República Dominicana y que provocaron los acontecimientos
que son objeto del presente trabajo.
Como paréntesis, queremos señalar una circunstancia geográ-
fica y política atípica que rodea todo esto. Como una excepción a
la regla, la isla Española o de Santo Domingo, por herencia colo-
nial, la compartieron dos naciones soberanas. Una sola frontera
mal delimitada las separaba entonces como ahora, la terrestre.
Eran (y son) mellizas, siamesas. En el mundo casi todas las islas

