Page 12 - Los Humanoides - Jack Willianson
P. 12
—La señorita Aurora Hall —presentó formalmente
el sargento—. Quiere hablar con el doctor Claypool. Le
dije que tal vez tú puedes ayudarla, Frank.
Ironsmith golpeó su pipa contra el hierro de la
bicicleta y la estudió. Luego, advirtiendo la ansiedad
de la niña, sacudió tristemente la cabeza.
—Tendrías que ser por lo menos un general —dijo.
Su voz era amable y suave—. ¿No sería igual otro?
—Nadie más que el doctor Claypool —repuso
solemnemente la niña—. Y es muy importante.
—Me imagino que sí. ¿Se puede saber de qué se
trata? Los ojos de la niña, enormes y límpidos, miraron
más allá de él. Sus labios delgados y azulados se
movieron imperceptiblemente y su cabeza se inclinó
hacia un costado, con un sacudón de la cinta roja que
la adornaba. Evidentemente estaba escuchando algo
inaudible para los demás.
—No puedo decirlo —repuso, volviendo su
mirada rápidamente hacia Ironsmith—. ¡Pero se trata
de algo que va a ocurrir muy pronto y que el señor
White dice que será terrible! ¡Por eso debo ver al doctor
Claypool!
Ironsmith la miró y luego paseó sus ojos por el
soleado camino a través del desierto. Sus ojos
advirtieron los movimientos involuntarios de los pies
descalzos de la criatura y sonrió con simpatía.
12

