Page 128 - Los Humanoides - Jack Willianson
P. 128
vestidos y más serenos. Overstreet no estaba tan pálido
y Graystone se mostraba menos cínico y tembloroso.
—Hemos estado vigilando a Ironsmith —dijo
White, con sus ojos azules brillando salvajemente—.
Me alegro que no nos hayamos dejado convencer
poniéndonos en contacto con él. Venga. Le mostraré
por qué lo necesitamos .. .
Claypool se tambaleó al apoyar el peso de su
cuerpo sobre la pierna derecha, y White le pasó una
poderosa mano bajo las axilas.
—Ironsmith casi nos atrapó en la vieja torre —
explicó—. En aquel momento confiábamos en él y no
esperábamos una traición de su parte. Yo esperaba que
se uniera a nosotros.
Claypool renqueó tras él ansiosamente, llegando
hasta un recinto vecino, toscamente preparado como
vivienda y separado de la gruta mayor por medio de
una vieja cortina.
La pequeña Aurora le mostró orgullosamente su
propio dormitorio: un diminuto generador
proporcionaba la corriente eléctrica necesaria para
caldear el ambiente y alimentar las luces.
—¿Trajeron todo esto por teleportación? —inquirió
el astrónomo.
128

