Page 124 - Los Humanoides - Jack Willianson
P. 124
—Eso no interesa —repuso Ironsmith—. ¿Qué me
contesta?
Claypool hizo un ligero esfuerzo y se irguió.
—Yo no sé qué clase de hombre es usted, o si
siquiera es un hombre. Pero sepa que no me vuelvo
contra mis semejantes.
Solemnemente, casi con tristeza, Ironsmith frunció
la boca.
—Esperaba algo más cuerdo —murmuró—.
Suponía que algo había aprendido... Le ofrezco una
oportunidad magnífica. ¿Por qué no la aprovecha?
—No.
—Lo siento. Hubiéramos podido hacer muchas
cosas juntos...; lamento que no aproveche la magnífica
oportunidad que le ofrezco.
Claypool se agitó dificultosamente en su sillón.
—No puedo confiar en usted... —rió
sardónicamente—. ¿No le parece? ¡Fuera!
Ironsmith se alejó lentamente; casi de inmediato
aparecieron dos siluetas oscuras con jeringuillas
hipodérmicas.
—No tema, doctor Claypool —dijo uno de los
humanoides—. Estamos actuando bajo las directivas del
Principal Mandato. No podemos hacerle daño.
124

