Page 436 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Se  desplomó.  Di  un  paso  al  frente  para


              cogerla. Pensé en dos árboles casi arrancados e


              inclinados el uno contra el otro.




                     No sé si voy a ser capaz, dijo. Creía que sí.




                     El Abuelo dijo que en la carretera había una


              recta  de  al  menos  trescientos  metros  en  buen


              estado.  Bastante  bueno,  sin  socavones.  Había


              atado un pañuelo en una señal de milla para que


              me  sirviera  de  manga  de  viento.  Aunque


              cariñosa,  Cima  se  mostraba  más  reservada.


              Venía a la hamaca, pero no todas las noches, ni



              una  de  cada  dos.  Pasaron  unos  cuantos  días


              antes de que volviéramos a hacer el amor. Cinco.


              No  voy  a  decir  que  no  los  contara.  Y cuando  lo


              hicimos,  cuando  íbamos  a  hacerlo  —es  decir,


              cuando  estábamos  desnudos  sobre  la  manta,


              abrazados,  sin  besarnos,  sin  hablar,  solo


              explorando orejas y cuellos con la nariz, cuando



              las manos reconocían un territorio que la culpa y


              la  pérdida  habían  hecho  nuevo,  cuando  parecía


              que había llegado el momento de la consumación


              o       al        menos               de         celebrar              esta           nueva


              vulnerabilidad—,  la  ayudé  a  ponerse  encima,


              pero ella no estaba mojada y me costaba entrar y


              notaba  que  le  hacía  daño,  y  no  sé  por  qué  me






                                                                                                           436
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