Page 512 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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izquierda y me reía sorprendido e incómodo.
Y… ella era médica. Pero…
Cima…, grité.
Se volvió a medias.
Ellos…
Ellos. Desde luego sabía que podían
contagiar el mal de la sangre. Unos minutos
antes habíamos hablado de ello.
Levantó la mano en un gesto de que todo iba
bien, y al mismo tiempo de rechazo, y me reí otra
vez. Cómo cambian los tiempos. Se le acercaron
rodeándola y me di cuenta de que ya los había
seducido o se los había ganado, de que la
querían como yo la quería, lo vi desde el primer
momento.
Los niños se le acercaron, se le pegaron a la
falda, una niña pequeña, creo que se llamaba
Lily, le abrazó la pierna como un osezno
abrazándose a un árbol.
¡Hola!, le oí decir a Cima. Hola. Qué niña más
guapa. ¿Cómo te llamas? ¿Y tú? ¿Y este peque
tan guapo?
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