Page 21 - La Era Del Diamante - Neal Stephenson
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agua hubiesen podido ser sustituidos por un enorme
buche, con los pájaros y la basura estrellándose contra
una sangrienta red antes de que pudiesen entorpecer
su actividad.
Pero no hubiese sido ecológico. Los geotectólogos de
Tectónica Imperial no reconocerían un ecosistema ni
aunque viviesen en medio de uno. Pero sabían que los
ecosistemas daban mucho trabajo cuando se jodian, así
que protegieron el ambiente con la misma mentalidad
implacable, concienzuda y verde que aplicaban al
diseño de pasos elevados y alcantarillas. Por tanto, el
agua entraba en Fuente Victoria por microtubos, de
forma muy similar a como rezuma en una playa, y el
aire entraba silencioso en el interior por los
artísticamente inclinados cálices exponenciales de
aquellos lirios de agua sobresalientes, cada cáliz un
punto en un espacio paramétrico no muy alejado de
una ideal central. Eran lo bastante fuertes como para
aguantar tifones pero lo suficientemente flexibles para
doblarse bajo la brisa. Los pájaros, que entraban sin
querer en el interior, sentían un gradiente en el aire,
que los empujaba hacia abajo, hacia la oscuridad, por
lo que simplemente elegían salir volando. Ni siquiera se
asustaban lo suficiente para cagarse.
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