Page 189 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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–¿Qué opinas de unas cuantas partidas de badmington?
Es posible que eso me canse lo bastante para poder dormir
unas horas.
Hacía un poco de viento para que el badminton resultara
agradable, pero jugaron durante una media hora –hasta las
ocho y media– y luego Luke bostezó y dijo que tenía sueño.
–Será mejor que subas conmigo –sugirió–. Así podrás lle‐
varte lo que necesites de la habitación, y luego podrás de‐
jarme tranquilo hasta la hora de comer, si es que puedo
dormir hasta entonces.
–Ya puedes ir, querido. No necesito nada. Te prometo
que no te molestaré hasta las doce.
Él la besó brevemente, deseando que el beso pudiera ser
más largo, ya que quizá no volvería a verla durante algún
tiempo, y se fue a la habitación.
Se sentó primero frente a la máquina de escribir y le dejó
una nota diciendo que la amaba mucho, pero que tenía algo
muy importante que llevar a cabo, y que no se preocupara
porque no tardaría en volver.
Luego buscó el bolso de Margie y cogió el dinero sufi‐
ciente para pagar un taxi, si es que lo encontraba. Ahorraría
tiempo si podía hacerlo, pero aunque tuviera que recorrer
todo el camino a pie llegaría al banco a eso de las once, y
aún le quedaría mucho tiempo.
Luego miró por la ventana para ver si podía distinguir a
Margie en el jardín, pero no la vio. Probó con la ventana
del otro extremo del pasillo y tampoco pudo verla desde
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