Page 1103 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Estaba completamente acobardada. Buscaba refugio.
Anhelaba un nido, algún lugar en el que yacer inmóvil,
recuperarse. Algún lugar familiar en el que pudiese
tenderse y dejar que se ocuparan de ella. En su miseria,
recordó su cautiverio bajo una luz selectiva y
deformada. Allí, en el Barrio Óseo, había sido
alimentada y limpiada por cuidadores atentos. Aquel
lugar había sido un santuario.
Asustada, hambrienta y ansiosa por encontrar alivio,
conquistó el miedo que le causaban las Costillas del
Barrio Óseo.
Puso rumbo al sur, sintiendo su camino con la lengua
a través de rutas medio olvidadas en el aire,
esquivando los huesos en busca de un edificio oscuro
situado en una pequeña avenida, una terraza de
propósito incierto cubierta de brea por la que había
salido a rastras semanas atrás.
La polilla asesina viró nerviosamente sobre la
peligrosa ciudad y se dirigió a casa.
Isaac se sentía como si llevara varios días dormido y
se estiró de forma negligente, dejando que su cuerpo se
deslizara adelante y atrás.
Escuchó un grito pavoroso.
Se quedó helado mientras los recuerdos regresaban
a él en torrentes, le dejaban saber cómo había llegado
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