Page 142 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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—...y solo quedaron dos —cantó ella; era un trozo de

            una  canción  infantil  sobre  una  cesta  de  gatitos  que

            morían, uno por uno, de forma grotesca.




                Había que pagar una entrada adicional por visitar el

            Circo de lo Extraño, de lo que se encargó Isaac. Aunque


            no estaba ni mucho menos vacío, el espectáculo de los

            monstruos estaba bastante menos poblado que el resto


            de  la  feria.  Cuanto  más  exclusivos  pareciesen  los

            visitantes, más furtivo sería el ambiente.

                La feria de rarezas sacaba al voyeur del populacho y


            la hipocresía de la aristocracia.

                Parecía haber una especie de recorrido que prometía


            visitar cada espectáculo del Circo por orden. Los gritos

            del  presentador  animaban  a  los  visitantes  a  juntarse

            mucho y a prepararse para escenas no destinadas a ojos


            mortales.

                Isaac y Derkhan se retrasaron un poco para seguir al

            grupo.  Él  reparó  en  que  la  periodista  llevaba  una


            libreta y un bolígrafo preparados.

                El  maestro  de  ceremonias,  tocado  con  bombín,  se

            acercó a la primera tienda.


                —Señoras  y  señores  —susurró  con  fuerza  y

            tensión—,  en  esta  tienda  acecha  la  más  notable  y


            aterradora criatura nunca vista por ojos humanos. O de

            vodyanoi, o de cactos, o de quien sea —añadió con voz




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