Page 143 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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normal, asintiendo con elegancia a los pocos xenianos
entre la multitud. Regresó a su tono rimbombante—.
Fue descrita por primera vez hace quince siglos en los
apuntes de viaje de Libintos el Docto, en lo que
entonces no era más que la vieja Crobuzon. En sus
viajes al sur de los yermos ardientes, Libintos vio
muchas cosas monstruosas y maravillosas, pero
ninguna más espantosa y asombrosa que... ¡el mafadet!
Isaac había estado mostrando su sonrisa sardónica,
pero incluso él se sumó al grito sofocado del grupo.
¿De verdad tienen un mafadet?, pensó, mientras el
presentador retiraba una cortina frente a la pequeña
tienda. Se acercó para ver mejor.
Se produjo un lamento más profundo, y la gente de
las primeras filas pugnó por retirarse. Otros trataban a
empellones de ocupar sus puestos.
Tras unos barrotes negros, sujeta por fuertes
cadenas, se hallaba la bestia extraordinaria. Se
encontraba en el suelo, su inmenso cuerpo pardo como
el de un león colosal. Entre los hombros había una zona
de pelaje más denso de la que brotaba un gran cuello
ofídico, más grueso que el muslo de un hombre. Sus
escamas relucían con un color oleoso y rubicundo. Un
intrincado patrón se enroscaba desde lo alto del cuello,
abriéndose en forma de diamante en el punto en que se
curvaba para convertirse en una gigantesca cabeza de
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