Page 293 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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jaula, tratando de encontrar el modo de llegar hasta él.
Apartó la mano de la caja con un grito y comenzó a
alejarse. Al instante, el ciempiés cambió de dirección,
intentando seguirlo.
—Es fascinante —dijo Isaac. Mientras observaba,
Gazid se incorporó y se cogió la cabeza, sacudiéndola
de repente con violencia, como si estuviera llena de
insectos.
— ¿Q... qué le pasa a mi cabeza? —tartamudeó.
Al acercarse más, Isaac también pudo sentirlo.
Retazos de sensaciones alienígenas se deslizaban como
veloces anguilas a través de su cerebelo. Pestañeó y
tosió un poco, hipnotizado durante unos breves y
repentinos instantes por sensaciones y emociones que
no eran las de su garganta bloqueada. Sacudió la
cabeza y cerró con fuerza los ojos.
—Gazid —saltó—, anda lentamente a su alrededor.
Lucky Gazid obedeció, y el ciempiés se volcó en su
ansioso intento por enderezarse, por seguirlo, por
rastrearlo.
— ¿Por qué me quiere esa cosa? —gimió Gazid.
—No tengo ni idea —replicó Isaac con aspereza—.
Está ansioso. Parece que quiere algo que tienes, viejo.
Vacía lentamente los bolsillos. No te preocupes, no te
voy a quitar nada.
Gazid comenzó a sacar trozos de papel y pañuelos
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