Page 288 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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sistemas de guardia por sí mismo; al día siguiente iba
a la universidad para hablar con su detestado
empleador, Vermishank.
No es que Vermishank le diera mucho trabajo
últimamente. Habían pasado meses desde que
recibiera una carta con aquella letra apretada, en la que
le decía que se requerían sus servicios en alguna
abstrusa teoría, o quizá en un derrotero sin sentido.
Isaac no podía negarse a aquellas «peticiones». Hacerlo
sería poner en peligro sus privilegios de acceso a los
recursos de la universidad, y por tanto a una rica veta
de equipo que saqueaba más o menos a voluntad.
Vermishank no hacía nada por restringir los privilegios
de Isaac, a pesar de su cada vez más tenue relación
profesional, y a pesar de que, probablemente, notara la
relación entre la desaparición del material y su
programa de investigación. Isaac no entendía el
motivo. Probablemente lo haga para mantener su poder
sobre mí, pensó.
Comprendió que sería la primera vez en su vida que
buscara a Vermishank, pero tenía que verlo. Aunque se
sentía comprometido con su nueva aproximación, su
teoría de la crisis, no podía volver la espalda a
tecnologías más o menos mundanas, como la
reconstrucción, sin antes consultar la opinión de uno
de los principales biotaumaturgos de la ciudad
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